UNA VUELTA ANALÓGICA (EN EL MARCO DEL PROYECTO “CAMPO AUDIOVISUAL Y REALIDAD SOCIAL FRONTERAS DEL EMERGENTE AUDIOVISUAL”)

Autores/as

  • Fermín Álvarez Rivera
  • Emiliano Penelas

Palabras clave:

Imagen como documento, Imágenes, Formatos, Soportes, Dispositivos, Materialidad de la imagen, Imágenes en movimiento, Imágenes como huellas

Resumen

Desde su invención en 1895 y hasta nuestros días el cine consistió en una película (de nitrato, de celuloide, de poliéster) pasando a 24 fotogramas por segundo por un proyector que iluminaba una pantalla en medio de un salón oscuro. Primero silente, luego sonoro. Blanco y negro al principio, color después. Nuevos inventos fueron desarrollándose a lo largo de su historia. Sin embargo una cosa se mantuvo inalterable durante más de un siglo: el uso de película. Hasta ahora.

En la actualidad asistimos a una coyuntura singular dentro del universo audiovisual en donde “lo digital”, en sus múltiples formatos y concepciones, ha ido ganando terreno en el campo de la producción primero y de la proyección después, encontrándonos con una realidad que parece estar indicando más cerca que nunca “la muerte del fílmico”. La digitalización de las salas se aceleró drásticamente, y el mundo parece asistir a un cambio profundo en el paradigma cinematográfico que lo acompañó durante más de cien años. 

¿En dónde se guardarán las películas? La inestabilidad de los soportes de guarda y conservación digitales puede observarse a la luz de los muchos formatos que con el avance de las diferentes tecnologías han quedado obsoletos e imposibilitados de ser leídos por los nuevos sistemas. La obsolescencia programada en las tecnologías digitales es un riesgo grave que afecta a la conservación y preservación.

“Los archivos digitales solamente están protegidos por réplicas redundantes de sus propias estructuras digitales. Todos los productos tecnológicos, incluyendo los medios de guarda, hardware y software tienen una vida finita, y el tiempo requerido para migrar los datos puede exceder incluso la propia vida útil de los dispositivos. No hay por el momento ningún material de archivo digital o formato cuyas características de longevidad sean equivalentes a las del film”.

Paradójicamente, el analógico resurge. Un gigante como Kodak, tras decretar su quiebra, ha vuelto a fabricar película, y grandes estudios solicitaron que se garantice el stock de negativo y positivo para sus copias. Las principales series televisivas aún se filman porque encuentran en el negativo fidelidad de reproducción y durabilidad para los múltiples formatos de distribución que tienen a nivel mundial.

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Publicado

2020-10-15