Robots de Cuidado: ¿palabras claves de un mito o de una futura realidad? Adultos mayores y “robots afectivos”

Resumen

“La Cuarta Edad” para Byron Reese, el “Maquinoceno” para Price, son algunos de los diferentes nombres que vienen resonando para designar a un periodo de la humanidad que ya hemos comenzado a transitar y, en el cual, la inclusión de la llamada inteligencia artificial (IA) viene liderando todo tipo de expectativas tecnológicas.

Esta cuarta edad de la humanidad, gracias a los avances de la medicina, coexiste -por primera vez en la historia del hombre- con otra cuarta edad que es aquella de los adultos mayores. Esta fase evolutiva, con una duración promedio comparable a las tres anteriores de casi 22 años, es también llamada “la Era del Envejecimiento”.

Esta nueva etapa biológica, que se estima promediará los 83 años en 2050 en los países desarrollados, presenta problemáticas propias, acuciantes e insostenibles a las economías del mundo, hecho que se agrava - aún más-, en países en desarrollo como el nuestro.

Este nuevo periodo etario va a experimentar el uso de desarrollos tecnológicos inéditos en el área de la salud y, en particular, la puesta a punto de diferentes sistemas dedicados al cuidado, la seguridad y el entretenimiento del adulto mayor. Los robots de cuidado (en inglés “care robots”) conforman una reciente categoría de productos que da lugar a un novedoso campo de significados -a descifrar- en relación con la experiencia del usuario.

Este trabajo presenta una revisión de los sistemas existentes referidos a los llamados robots afectivos, no humanoides, más difundidos. Reflexiona sobre el cuidado del adulto mayor por estas nuevas alternativas tecnológicas.

El trabajo parte de la hipótesis que cualquier alternativa tecnológica para el cuidado de la tercera edad solo pueden ser aceptada si parte desde una base ética y tiene impacto en el bienestar físico, psíquico y social de forma comprobable. Esta área es un campo en sí mismo, donde hay diferentes posturas y controversias, y donde el diseño tendrá un rol predominante, ya que se trata de productos que tendrán que responder, no solo a normativas técnicas sino, y fundamentalmente, serán el reflejo de posturas éticas, que se encuentran actualmente en discusión.