LA RECUPERACIÓN DE LA NOCIÓN DE BELLEZA EN EL CAMPO DE LA ARQUITECTURA Y EL DISEÑO

Authors

  • Ana María Cravino
  • Jorge Eduardo Pokropek

Keywords:

Imágenes que traducen, Imágenes singulares, Imágenes que interpelan, Imágenes como citas visuales, Imágenes como huellas

Abstract

En la disertación que Luis Barragán brindara al obtener el premio Pritzker en 1980 denuncia que el término belleza había desaparecido de las publicaciones dedicadas a la arquitectura. No obstante, él mismo reconoce que el premio le fue otorgado por entender a su producción “como un acto sublime de la imaginación poética”. Desde ese entonces, la noción de belleza ha venido recuperando espacios en el arte y en la arquitectura. Es así como se suceden en el campo de la estética textos de Gadamer, Eco, Ricoeur, Danto, Oliveras que harán impacto en los debates contemporáneos en la disciplina arquitectónica, influenciando el pensamiento ampliamente difundido, de teóricos y productores como Peter Eisenman, Tadao Ando o Alberto Campo Baeza.

La imagen arquitectónica no es la mera apariencia del objeto, sino el conjunto de significados simbólico-metafóricos cuya interpretación estimula aquella apariencia para renovar y transformar la realidad mediante una intencionalidad poética. Este enfoque proviene originalmente de la Poética de Aristóteles, revisitada por Hans Gadamer, Paul Ricoeur y Josep Muntañola.

Desde el Dadaísmo las imágenes portadoras de sentido fueron alejadas de la categoría de “belleza”, en función de ciertos criterios éticos y políticos. Las vanguardias artísticas de comienzos del siglo XX, políticamente comprometidas, en su crítica a los valores de la sociedad burguesa rechazaron también los valores estéticos que se asociaban con esa cuestionada sociedad.

El llamado Arte conceptual tiende a prescindir de la belleza como requisito necesario. Entendida como frívola o anestesiante, la belleza queda relegada u opacada ante expresionismos provocativos más cercanos a lo feo, siniestro o sublime. Categorías como lo Kitsch y lo Camp aparecen en el escenario como alternativas o simulacros de lo bello.

En la actualidad, por el contrario, diversos autores como Jorge Jauregui y Jordi Borja, empiezan a señalar la necesidad de instituir el derecho humano a la belleza dentro de la reconstrucción de dignidad y justicia social de los sectores más desfavorecidos. Y es por eso, que la arquitectura y los productos diseñados que constituyen el entorno físico y espiritual del ser humano, deben asumir este compromiso. Por otra parte, en su caracterización de la cultura posmoderna, Jameson rescata el papel subversivo de la belleza en una sociedad herida por la mercantilización, donde la imagen es también una mercancía más.

Es por ello, objeto de este trabajo indagar sobre aquellos factores que determinaron en los inicios de la modernidad el abandono de la belleza, para luego reflexionar sobre aquellos otros que han impulsado su recuperación y los modos de instrumentar su producción.

Published

2020-08-16