Demanda social y vivienda propia. El conjunto habitacional “Laguna Seca” de la ciudad de Corrientes

Abstract

La aspiración de la vivienda propia de los ciudadanos conforma una de las demandas sociales más visibles en el paisaje urbano de nuestras ciudades. El Estado como ejecutor de obras públicas llevó adelante, en distintos tiempos y bajo distintas circunstancias de gobierno, respuestas que en mayor y menor medida cubrieron las aspiraciones de superación particularmente de los estratos sociales más demandantes. Demanda social y vivienda propia se posicionan como palabras clave visibilizadas mediante la arquitectura materializada en sectores urbanos y es desde este posicionamiento que se aborda el caso de estudio. En el espacio nacional, la creación y efectiva implementación del FONAVI Fondo Nacional de la Vivienda en la década del 70, tendió a dar respuesta a esa demanda dando participación a los institutos provinciales de vivienda creados a tal fin. En la ciudad de Corrientes a principios de la década del 80 se llevó adelante la construcción de un conjunto habitacional en el sector sudeste del área central, conocido como “Laguna Seca”, en ése entonces con características suburbanas debido a la baja ocupación de suelo y carencia de infraestructura básica. Conformado por distintos grupos de viviendas, respondiendo a tipología de dos, tres, cuatro dormitorios, individuales con semi-perímetro libre como también individuales en dúplex de ancho total de lote, fueron entregadas por sectores a partir del año 1982. Además, se les incorporó equipamiento básico como escuelas, centro de salud, guardería, centro comercial a los que con el paso de los años se le sumó equipamiento religioso de distintos credos. La infraestructura urbana completa que detenta al presente, particularmente la red vial, fue concretada con el paso de los años lo que también posibilitó la comunicación con el área central y la extensión de la misma a los barrios inmediatos. Transcurrida varias décadas de la habilitación de este conjunto, se observan cambios en las viviendas por las lógicas modificaciones en el grupo familiar, como también la movilidad social referida a que varios de los residentes iniciales han abandonado las viviendas, dando lugar a nuevos vecinos. Este conjunto habitacional es claro testimonio, como otros en la ciudad, de la respuesta dada por el Estado a la demanda social de vivienda propia, particularizada en este caso por un conjunto de grupos de vivienda social con distinta denominación en cuanto a cantidad de viviendas y nombre oficial otorgado por el municipio, manifestando al presente modificaciones edilicias como testimonio de la dinámica del grupo familiar.