Patrimonio e Interseccionalidad: nuevos conceptos y taxonomías para valorar y conservar los bienes culturales

Abstract

Patrimonio como concepto ha migrado de entenderse como sinónimo del monumento aislado o edificios paradigmáticos de carácter excepcional a las categorías de bien cultural, paisaje cultural, paisaje urbano histórico, itinerarios culturales, rutas culturales, ampliando la escala del objeto al territorio como integrando la dimensión inmaterial de cada comunidad. Del mismo modo, la taxonomía de las intervenciones o el rango de acciones que comprometen el actuar en un sitio, conjunto o edificio se ha complejizado incorporando nuevos términos: conservación, restauración, restitución, rehabilitación, reuso, reedificación, reconstrucción, entre otros.

A pesar de esta evolución conceptual, los objetos que finalmente son reconocidos como patrimonio – catálogos, inventarios, listas- han sido legitimados por un cuerpo doctrinario elaborado desde una perspectiva occidental, especialmente eurocéntrica y por un conocimiento experto (arquitectura, arqueología, historia del arte) en su mayoría masculino. Esto ha privilegiado lo grandioso, lo antiguo, lo prestigioso como valores intrínsecos de dichos objetos, así como omitido las contribuciones de las mujeres y los pueblos originarios, las arquitecturas anónimas y recientes, entre otras.

La perspectiva interseccional como abordaje conceptual y metodológico de la dimensión patrimonial permite analizar críticamente y profundizar en la comprensión de como las categorías sociales de género, clase, etnia, nacionalidad se inscriben y se entrelazan en los discursos y las narrativas oficiales. Asimismo, cómo cooperan las estructuras de poder y opresión para examinar qué intereses están siendo marginados y cuáles tienen privilegios en los procesos de patrimonialización.

La Lista de Patrimonio de la Humanidad UNESCO como ejemplo de estos desequilibrios, en referencia a la nacionalidad tiene un 47,9 % de bienes pertenecientes a países de Europa y Norte América. Acerca del género, cinco figuras masculinas fueron seleccionadas para inscribir conjuntos de edificios como patrimonio mundial (Gaudí, Domènech i Montaner, Horta, Le Corbusier, Wright). En Latinoamérica, todos los sitios modernos corresponden a arquitectos sin considerar por ejemplo la obra de Lina Bo Bardi. Y dos coautoras fueron severamente invisibilizadas, Geertruida Schröder-Schräder y Lilly Reich, atribuyendo las obras a sus socios.

En este marco, esta presentación aspira a compartir algunas reflexiones y avances del proyecto SI PIA PyH 62 " Patrimonio y Re-Proyecto: nuevos enfoques en la conservación y rehabilitación de territorios, paisajes y arquitecturas¨ en relación a como el surgimiento de nuevos conceptos expande, modifica o transforma las apreciaciones del patrimonio cultural con sentido de diversidad e inclusión.