SOBRE UN NUEVO PARADIGMA SOCIO TÉCNICO, EN POS DE UNA ENERGÍA 3D: DISTRIBUIDA, DESCARBONIZADA Y DIGITAL
Parole chiave:
Argentina, energía, redes, sociedad, transiciónAbstract
La investigación en sostenibilidad habitacional, cada vez más, pone el foco en la problemática energética, central para erradicar la pobreza, en la lucha contra el cambio climático y frente a un posible cambio de paradigma sociotécnico. Enfoques multidisciplinarios y estudios desde ámbitos diferentes, permiten afinar los términos y razonamientos para comprender y definir las problemáticas asociadas. Desde una línea de investigación sobre cambios en las redes de energía y transformaciones territoriales, se explora la energía en dos frentes y en sus múltiples desafíos. Por un lado, la producción de energía como motor de actividades extractivas e industriales -fuente de ingresos económicos- y ante los desafíos de valorización de recursos; producción durable y soberanía energética. Por otro, como un servicio para el bienestar de la población y sostén de actividades económicas, contemplando las problemáticas de distribución equitativa, uso racional y disponibilidad segura. En la exploración de esos campos, se estudian los recursos y la eficiencia energéticos, el suministro sostenible de servicios y las trayectorias territoriales en los procesos de transición energética. Según la Agencia Internacional de la Energía (2017), el 17% de la población mundial no tiene electricidad y el 41% de la población mundial -2700 millones de personas- usan la madera como combustible principal para cocinar o calentarse. En Argentina, 98% de la población tiene acceso a la electricidad y 96% tiene acceso al gas, ya sea a gas natural, ya sea a gas licuado de petróleo. Si bien en Argentina el acceso a las energías modernas es vasto, las inequidades energéticas están presentes y en fuerte correspondencia con las inequidades sociales y regionales. 1,4 millones de personas dependen de la madera para cocinar, particularmente en viviendas precarias y en el Norte, una región exportadora de gas y electricidad. Muchos usuarios de la electricidad o gas tienen un servicio precario. Sin un buen servicio de energía, impide a las personas disponer de servicios adecuados de sanidad, educación, transporte o información. Para avanzar en la equidad, eficiencia y sostenibilidad, se analizan las transformaciones en las redes de energía, las (co)construcciones territoriales y un hábitat que considere las opciones eficientes y sostenibles. Esto puede reducir significativamente el consumo de energía y multiplicar los beneficios, lo que resulta aún más significativo para las poblaciones de bajos ingresos. Diversas vías se abren así para pensar herramientas y estrategias que contribuyan a superar la crisis energética nacional y socio-ambiental mundial.